Esta vez he realizado una expedición fotográfica al Parque Nacional de Doñana, una de las zonas naturales protegidas más importantes de Europa. Un ecosistema clave para rutas migratorias de muchas especies de aves, supone además el hábitat de especies en peligro de extinción como el lince ibérico.
El parque en su totalidad es prácticamente llano. En una zona predomina el bosque de pino, alcornoque y matorral mediterráneo y en la otra zona, la marisma que permanece inundada varios meses al año.
¿Dónde me alojé?
En mi primera visita a Doñana reservé tres noches de hotel en La Hospedería el Cazadero Real, en el Rocío. Es un lugar muy recomendable, buen precio, moderno y acogedor. Hay café y desayuno por la mañana, salón con chimenea y wifi para trabajar con el ordenador. Una habitación notable con vistas a las marismas, además está muy cerca del punto de encuentro para la visita al parque.
¿Qué aventuras me esperaban en el Parque Nacional de Doñana?
Contacté previamente con Doñana reservas, para contratar el tour fotográfico. Nos da varias posibilidades para recorrer el parque. La más interesante es el safari fotográfico en 4×4, con guía incluido que corresponde a la visita privada, en la que tienes más libertad en el recorrido. También puedes contratar una ruta clásica en un vehículo para veinte personas aproximadamente. La duración es de tres a cinco horas y hay rutas disponibles por las mañanas y por las tardes.
Durante el trayecto por el Parque se pueden observar y fotografiar diferentes especies de aves, mamíferos, anfibios y reptiles. Es interesante estar muy atento y tener la cámara en todo momento preparada, nunca se sabe si nos podemos cruzar a un lince en cualquier momento, como me ha pasado a mí en alguna ocasión.
Es ideal estar preparado con un buen equipo fotográfico. Yo llevo dos cámaras, una con un objetivo de focal larga (150-600mm) para poder acercarme lo máximo posible al sujeto y la otra cámara con un objetivo más angular para documentar los espacios naturales del parque, con el objetivo de realizar un reportaje a medio/largo plazo de Doñana.
Según mi experiencia en Doñana y en otros lugares similares, cabe destacar que en primavera puedes observar muchas especies distintas, sobre todo aves migratorias, que crían y se alimentan en las marismas en este periodo.
Otoño e invierno son fechas muy buenas también para la fotografía, los colores de la tierra, los cielos y la luz enfatizan el paisaje marismeño de Doñana.
A continuación, os dejo algunas de las fotografías que he realizado durante mis tres visitas a Doñana: